Cómo lidiaría La Víbora con su oportunidad por el título ante Seth Rollins sin su mejor arma era una pregunta que el Universo WWE se hacía a menudo. ¿Qué haría el campeón sin sus secuaces de Seguridad J&J? ¿Qué papel jugaría Kane como guardián de la puerta?
Seth respondió a la segunda pregunta cuando intentó escapar de la jaula escalándola, buscando retener su título de la manera menos dolorosa posible. No iba a ser fácil. Orton lo jaló de vuelta e inmediatamente comenzó el festín de puños. A pesar del castigo que recibía, Rollins seguía queriendo escapar – claramente ese era su Plan A – y saltaba hacia la Jaula como Spiderman cada vez que Orton intentaba golpearlo con ella.
Aún así, Orton fue metódico en el dolor que le infligió a Rollins. El campeón seguía intentando escalar, pero La Víbora lo detenía en seco con patadas y puñetazos. Rollins se dio cuenta de que eso no iba a funcionar y se puso a pelear. Mientras el encuentro añejaba, crecía la confianza del monarca.
Ambos comenzaron a usar sus mejores movimientos el uno con el otro. El sonido de costillas debajo de botas y la carne chocando con huesos hacía eco por toda la Allstate Arena.
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